lunes, 23 de julio de 2012

La Paradoja Multicultural en el caso del Cauca

Ante los recientes acontecimientos en el departamento del Cauca era de esperarse un análisis un poco más profundo de toda la situación por parte de los los antropólogos que trabajan o han trabajado en la zona. Por lo menos algún tipo de pronunciamiento o declaración por parte de los profesores de la Universidad del Cauca, o de los estudiantes de doctorado. A los expertos que se ha consultado es a abogados constitucionalistas o politólogos más preocupados por las consecuencia sobre la soberanía de retirar las fuerzas militares que a aquellos antropólogos preocupados por entender las nuevas configuraciones sociopolíticas generadas por el multiculturalismo y sus limitaciones. Por ejemplo, le pedimos a los indígenas que sean distintos para poder reconocerlos como Otros y darles una jurisdicción especial, pero en el momento en que su alteridad se convierte en algo peligroso para la soberanía la fachada de autonomía y tolerancia se resquebraja y da pié al pánico ante la posibilidad de las "repúblicas independientes". Esto vuelve completamente paradójica toda la situación y demuestra la esquizofrenia en la que se ve envuelto el Estado-Nación al tratar de de exigirle al Otro que sea distinto, pero no tanto que nos asuste o atente contra nuestro sentido de Nación.

Esto es, el común de las personas lo que espera es que la guardia indígena azote y saque del resguardo a los guerrilleros, pero no a los miembros de la fuerza pública que están ahi para cuidarlos a ellos y a todos los demás ciudadanos. El que los indígenas hayan sacado a los soldados constituye una muestra intolerable de Otredad, de diferencia radical ante todos nosotros, ante aquellos que se supone somos sus conciudadanos. En este sentido, el sacarnos a todos por igual implica un mensaje muy claro: que en el fondo ni los unos ni los otros pertenecen a su comunidad, y que no somos reconocidos como conciudadanos ni como pares. Es, por decirlo de otra manera, la negación de aquellos vínculos que nos deberían unir a los que estamos fuera del resguardo con los que están dentro de el y que nos convierte en aquella nación imaginada, pluricultural y multiétnica.

 ¿Es posible entonces construir esa "comunidad imaginada"? Varios estudiosos en los últimos años han querido demostrar que una buena parte de ese giro multicultural, antes que resolver los problemas causados por los modelos homogenizantes, ahondó y convirtió en algo prácticamente insalvable aquellas diferencias entre las minorías y la sociedad mayoritaria. Esto es lo que se conoce como la "paradoja multicultural", en la que un cambio en el modelo de administración de la alteridad no termina generando una solución al problema de la integración de las minorías étnicas al Estado-nación sino que solidifica y hace aún más radicales las diferencias, volviendo prácticamente imposible la construcción de aquella "comunidad imaginada". Como ha ocurrido ya en otros casos, estas demostraciones de "diferencia radical" prueban los límites del modelo multicultural y hacen aparentes sus fisuras. Como es obvio, esto incomoda a todos aquellos abogados que creen en la "emancipación por vía legal" y en el argumento en que toda diferencia es resoluble en la esfera de lo público. En términos teóricos, aqui podemos observar como se caen a pedazos los argumentos de Laclau y Mouffe, y los de Habermas via Kymlicka. Quizás, como lo hemos venido diciendo varios antropólogos desde hace ya un buen tiempo, algunas diferencias son insalvables.

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