Es del todo claro en este momento que el estado colombiano no tiene ni la más mínima idea sobre ciencia y tecnología, su relación con el desarrollo y menos aún, cómo establecer una política a largo plazo que trascienda los intereses del gobierno de turno. Uno de los aspectos más importantes a entender es el equilibrio entre la disponibilidad de fondos para investigación y ciencia, la cantidad de PhDs en entrenamiento, y los empleos disponibles en C y T. Al fin y al cabo, como lo indican varios artículos en Science;
http://sciencecareers.sciencemag.org/career_magazine/previous_issues/articles/2012_07_27/caredit.a1200083
http://sciencecareers.sciencemag.org/career_magazine/previous_issues/articles/2012_05_04/caredit.a1200049
y otro en el Washington Post,
http://www.washingtonpost.com/national/health-science/us-pushes-for-more-scientists-but-the-jobs-arent-there/2012/07/07/gJQAZJpQUW_story.html
uno de los problemas más importantes en este momento a nivel mundial es el exceso de profesionales con PhD desempleados, subempleados, o atrapados en Posdoctorados sin salida, irrespectivamente del porcentaje del PIB destinado a las Actividades de Ciencia y Tecnología.
De estos análisis se desprenden una serie de enseñanzas que nos podrían dar algunas luces sobre que se debe y que no se debe hacer. Por ejemplo, no se debe diseñar una serie de programas doctorales nacionales o enviar estudiantes al exterior, sin tener clara cual va a ser la demanda desde el sector privado y el público. Ahora, la lógica ha sido "es que en algún momento tocaba hacerlo", pero es la misma lógica idiota que mencionaba en un post pasado; "Ala, como no vamos a tener doctorados, que pena..." sin tener del todo claro a donde van a ir a trabajar esos doctores cuando se gradúen. Porque es claro que puestos académicos no hay sino cada vez que se jubila (o muere) un profesor. En el sector privado NO hay puestos para aquellos que tenemos PhDs, no los hay en Estados Unidos, no los hay en Europa, y menos aún los hay en Colombia donde prácticamente ninguna empresa hace investigación ni sabría que hacer con un PhD como empleado. Así pues que la solución no es producir PhDs nacionales ni mandar estudiantes al extranjero en cantidad con la esperanza de que alguno encuentre empleo aquí. En Colombia no hay cifras ni se le hace seguimiento a las carreras de nosotros los "doctores", ni siquiera por parte del Observatorio de Ciencia y Tecnología, pero el artículo del Washington Post dice que apenas el 14% de aquellas personas que tienen un PhD en Biología logran conseguir un empleo académico en los primeros cinco años después de graduados. Si aplicamos esta cifra a los datos del Observatorio de Ciencia y Tecnología Nacional para 2010, que nos dan 162 doctores graduados de programas nacionales, esto puede indicar que apenas 22.6 personas de estos graduados podrían estar empleados entre 2010 y 2015. Esto sin tener en cuenta aquellas persona que se graduaron en el exterior y volvieron, ya que el OdeCyT no maneja estos datos. Sin embargo, en una de las tablas del informe para 2010 se indica que en el sector privado en el 2006, había empleados un GRAN total de 295 PhDs, que representan el .05% del total de empleados del sector privado (OdeCyT 2010: 121). Como verán, los datos no dan pie para que un recién graduado de un programa doctoral nacional se sienta optimista a la hora de salir al mercado laboral. No tenemos (o por lo menos yo no he encontrado todavía) cifras que indiquen cual es la oferta anual de empleos en todos los sectores que soliciten nivel doctoral, cual es la diferencia con la oferta, y cuantos PhDs están desempleados como resultado de este desequilibrio entre oferta y demanda.
Para los que quieran ver las cifras del OdeCyT, las encuentran aquí:
http://www.ocyt.org.co/html/archivosProyectos/COLOMBIA_2010.pdf
Esto significa que una buena cantidad de los estudiantes de nivel doctoral del país NO van a tener empleo cuando se gradúen de doctores.
Por otro lado, el exceso de fondos para investigación en Estados Unidos y Europa dio como resultado programas de posgrado en los que los profesores producen clones de sí mismos a granel basado en la disponibilidad de fondos de investigación, no en la demanda del mercado académico. Esto significa que tener mucho dinero para investigación implica que los departamentos se llenen de estudiantes en entrenamiento, sin importar si habrá demanda por ellos o no una vez defiendan sus disertaciones. Estos, una vez graduados deben encontrar empleo, pues como indican los artículos que menciono, el verdadero éxito de un programa doctoral se mide en su capacidad de ubicar a los jóvenes investigadores en universidades y centros de investigación de primer nivel, no en graduar gente. De ahí que el número de doctores en proceso de formación ni el de graduados sean indicadores reales de C y T. Pero al igual que en el caso anterior, no hay información disponible por programa doctoral nacional de cuantos recién graduados están empleados, el tipo de posición laboral, y el tiempo de búsqueda de empleo. De igual manera, el porcentaje del PIB invertido en el área de formación resulta engañoso en términos comparativos puesto que sin tener clara la información de oferta y demanda de empleos no sabemos si es muy poco o mucho lo que se está invirtiendo en formación. Igualmente, al aumentar el porcentaje de PIB invertido, aumentan las probabilidades de que la oferta sea mucho mayor a la demanda y que el desequilibrio sea peor.
Por todas estas razones, asumir que recibir el porcentaje de regalías destinadas a C y T va a ser la panacea, o nombrar un "académico íntegro y respetable" como director de Colciencias nos saca del atolladero y arregla el problema de la C y T en el país es una idiotez.
Les dejo una caricatura que resume bastante bien la situación actual (el original está en Science, todos los créditos son de la revista y el autor por supuesto):