domingo, 16 de septiembre de 2012

Envidia Rusa: ¿donde está el Pussy Riot colombiano cuando lo necesitamos?

"Santa María, líbranos de esta Procuraduría"....sería la canción que yo le pediría a cualquier banda de punk colombiano capaz de interpretarla en plena catedral primada de Bogotá. O mejor aún, en la Iglesia de los Sagrados Corazones de Jesús y María en la Soledad. Puntos adicionales si el estribillo es en Latín y logran hacerlo mientras el señor Ordoñez está arrodillado, camándula en mano. Pienso que puede ser lo que más se acerca al performance de Pussy Riot en la Catedral de Cristo Salvador en febrero y su video "Madre de Dios, saca a Putin de aquí". La protesta de Pussy Riot tiene que ver con el uso político que le ha dado Putin a la Iglesia Ortodoxa, o como Yekaterina Samutsevich lo plantea en sus argumentos al cerrar el juicio, "con la necesidad de usar la estética de la religión Ortodoxa, históricamente asociada al ápice de la Rusia Imperial, en la que el poder no provenía de las manifestaciones terrenales tales como las elecciones democráticas y la sociedad civil, sino de Dios mismo."

Esto me hizo acordarme de la cantidad de cristos regados por las oficinas de la procuraduría, del cuadro de Franciso de Paula guardado en un desván del Concejo de Estado, y la constante rezadera de este señor antes de cada entrevista, como bien los describió Kien&k. Putin hace una mímesis del Imperio Ruso y Ordoñez del Imperio Español, como lo planteaba un artículo de Semana en el que se anotaba que el señor Ordoñez pertenece al Grupo de la Legitimidad Proscrita que todavía insiste en llamar a esta tierrita el "Nuevo Reino de Granada".  Más próximo a la ultraderecha española no puede ser, aunque todavía no se si clasificar a este señor como parte del nacionalcatolicismo o el fascismo clerical. Digno hijo putativo de Laureano. Probablemente llama a Sixto de Borbón, "su majestad" y espera que lo nombren Virrey de la Nueva Granada algún día. Por eso creo que una intervención punk en este momento sería lo mejor que nos podría ocurrir para desenmascarar la instrumentalización del Estado de Derecho por parte de este señor con fines religiosos y volver a dibujar de manera clara las líneas que separan a la religión y al Estado, tal como era la intención del performance de Pussy Riot. En ambos casos, se esconde un autoritarismo complicado que mezcla religíón y poder político de maneras que atentan contra el estado secular.

En un excelente artículo en el Chronicle of Higher Education en el cual se analiza la Teología de Pussy Riot, se pone de manifiesto la manera como esta utilización de la iconografía religiosa por parte de Putin, en la que los argumentos se enmarcan dentro de una  "humildad existencialista u ontológica" (como cuando el procu dice que lo que "más le interesa es salvar su alma" y por consiguiente las de todos nosotros los impíos pecadores, y regala sus corbatas Ferragamo a los escoltas), busca convertir a los "hijos de Dios" en "Esclavos de Dios". El performance de Pussy Riot, siguiendo la larga tradición artística de la bufonería heredada por el Punk, busca develar la brutalidad y el abuso del poder encubiertos bajo la fachada de la santidad. ¿Donde están nuestros bufones, donde está el Punk colombiano? Godofredo ya se pronunció aquí, pero sin Jaime Garzón, Antonio Morales queda un tanto afónico.

Al igual que Putin, quien es muy cercano a la cabeza de la Iglesia Ortodoxa Rusa y frecuentemente lo utiliza para sus propios fines, Ordoñez nombró a Maria Eugenia Carreño y a Ilva Myriam Hoyos en posiciones de poder desde las que podrían cumplir con su agenda política y evangelizadora. Y eso fué precisamente lo que hicieron en éstos últimos tres años su acólitas, abusar de su poder con el fin de hacer realidad sus creencias religiosas. Con el reciente fallo de la Corte Constitucional en la que se le obliga a rectificar las babosadas que ha dicho frente al aborto, la pildora del día después, y la educación sexual, todavía queda un asomo de esperanza que no nos toque padecer su fundamentalismo otros cuatro años. La tutela de Monica Roa sigue la estrategia de combatir fuego con fuego, utilizando todos los argumentos legales a disposición de la sociedad civil. Sin embargo, es claro que el procurador no le teme a los argumentos legales, bien sea porque considera que su legitimidad y autoridad vienen de un poder supremo, como don Sixto, o porque les puede hacer el quite con argumentos retóricos tipo "es que no me han notificado oficialmente." Por eso es que lo que hizo Pussy Riot es tan poderoso , tanto así que lograron que un ateo recalcitrante como Slavoj Zizek ore por ellas.

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